Resumen de la intervención de Lilita Carrió durante la reforma previsional (diciembre 2017)

En plena tensión política y social, con movilizaciones masivas en las calles y un Congreso blindado, Lilita Carrió tomó la palabra desde un lugar de advertencia y crítica. En su discurso, cuestionó el tratamiento “exprés” de una reforma que modificaba la fórmula de actualización de jubilaciones, recortando el poder adquisitivo de los adultos mayores. “No podemos hipotecar a nuestros jubilados por una urgencia política”, advirtió, señalando el riesgo institucional que implicaba suspender la movilidad por seis meses y reindexar los haberes solo por inflación, conforme exigencias del FMI .

Sin ocultar su desencanto, Carrió criticó la utilización de “diputruchos” para dar quórum y las presiones políticas detrás de la sesión. Resaltó que no se trataba de un ajuste sino de una estafa moral y legal: los jubilados no podían ser moneda de cambio política.

También condenó la represión en las inmediaciones del Congreso, subrayando que la defensa de los derechos ciudadanos no puede ser atacada por la fuerza. Su postura fue muy clara: la política no puede avanzar pisoteando instituciones ni vulnerando los derechos más básicos.

En síntesis, Carrió se erigió como la voz institucional que exigía transparencia, responsabilidad y respeto por los sectores más vulnerables, defendiendo la fiscalización democrática frente a decisiones gubernamentales basadas en urgencia y presión.